Bruno y su familia viven en Berlín, pero a su padre lo transladan al campo de exterminio de Anschwitz. El niño no entiende porque tienen que transladarse y dejar atrás a todos sus maravillosos amigos, sus abuelos y su estupenda casa.
Su nueva vida es aburridísima, viven en una gran casa pero muy alejada de la población más próxima, allí no hay niños, no van al colegio, están apartados de cualquier relación social. Sólo convive con los padres, la hermana y los criados que son esclavos judíos, él es ajeno a esto.
El niño ve con extrañeza la entrada y salida constante de militares de su casa, las reuniones eternas que mantiene su padre con estos, llenos de un gran secretismo y sobre todo su gran intriga gira en torno a la alambrada que el niño ve desde la ventana de su habitación, y todas aquellas personas, adultas y niños que se encuentran cercadas por ella, todas vestidas igual con un pijama de rayas.
El niño se siente muy confuso, su mente comienza a preguntarse que es lo que está ocurriendo fuera. Pese al continuo esfuerzo de sus padres para que no se entere de nada, de mantenerlo apartado de la realidad, de que no se interese por lo que ocurre fuera de la casa; en Bruno se despierta un gran interés y su gran afán de explorar. Así una tarde consigue escaparse de casa y acercarse a la alambrada, al hacerlo descubre a un niño que se encuentra al otro lado y así conoce y se hace amigo de Shmuel.
A partir de entonces, todas las tardes los niños quedan para charlar y jugar aunque separados por una alambrada, también intenta llevarle comida siempre porque Shmuel tiene mucha hambre. Los niños se preguntan continuamente el uno al otro , pero Bruno no consigue entender el por qué de las cosas, por qué viven así, por qué su amigo tiene que estar pasando por todo aquello y esto le produce una gran inquietud.
En su última gran exploración el niño consigue hacerse con un pijama de rayas para hacerse pasar por uno de ellos y así poder comprender todo aquello que su amigo intenta explicarle y poder ayudarle en la búsqueda de su padre que ha desaparecido hace poco y tiene muy preocupado a Shmuel.
Bruno está lleno de emoción, piensa que va a correr una gran aventura; desde que conoció a su gran amigo todo es completamente distinto, ya no se aburre, tiene alguien con quien compartirlo todo y eso le encanta. Ahora va a correr una gran aventura, está entusiasmado.
El niño no es consciente ni por un momento de la tragedia que se mueve a su alrededor. Pero no seré yo quien os desvele el final de esta historia porque creo que es muy importante leerla para así ser conscientes de una parte de nuestra historia tan dolorosa. La tragedia más atroz que ha vivido la humanidad hace menos de un siglo. Por lo que se convierte en una lectura obligada para que todos la conozcáis y para que nunca olvidemos las inmensas atrocidades cometidas contra todas aquellas personas buenas e inocentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.